Los fantasmas de la sociedad contemporánea : compulsiva, permisiva, impersonal, hedonista y anárquica / Carlos Llano Cifuentes

Por: Llano Cifuentes, CarlosIdioma: Español Detalles de publicación: México : Trillas, 1995Descripción: 190 p. ; 23 x 15 cmISBN: 9682452198Tema(s): 1.Medios de comunicación masiva - InfluenciaClasificación LoC:P94 | L791f
Contenidos:
1. Los fantasmas de la sociedad contemporánea -- 2. ¿Qué es superfluo? -- 3. Los problemas contemporáneos de la publicidad -- 4. Las t}raíces de la dignidad -- 5. Los dioses tutelares del amor -- 6. El diálogo de los demonios -- 7. La filosofía y sus consecuencias vitales -- 8. La utopía desangelada -- 9. Tiempo despejado -- 10. El capitalismo o los capitalismos.
Resumen: Los valores morales no son un problema de votación. La democracia puede ser un sistema para determinar en qué forma vamos a convivir unos con otros: pero no para determinar entre nosotros la verdad de las cosas, negándole el voto a las cosas mismas. En nuestras manos no está cambiar la verdad. Con un sistema de partidos políticos, jamás hubiéramos formulado el teorema de Pitágoras, pues mientras los socialistas procurarían el desarrollo de los catetos, los liberales defenderían los problemas de la hipotenusa.
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Colección General P94 L791f (Navegar estantería(Abre debajo)) Ej. 1 Disponible Reimpresión 2004. FRM004157

Incluye bibliografía, índice onomástico e índice analítico.

1. Los fantasmas de la sociedad contemporánea -- 2. ¿Qué es superfluo? -- 3. Los problemas contemporáneos de la publicidad -- 4. Las t}raíces de la dignidad -- 5. Los dioses tutelares del amor -- 6. El diálogo de los demonios -- 7. La filosofía y sus consecuencias vitales -- 8. La utopía desangelada -- 9. Tiempo despejado -- 10. El capitalismo o los capitalismos.

Los valores morales no son un problema de votación. La democracia puede ser un sistema para determinar en qué forma vamos a convivir unos con otros: pero no para determinar entre nosotros la verdad de las cosas, negándole el voto a las cosas mismas. En nuestras manos no está cambiar la verdad. Con un sistema de partidos políticos, jamás hubiéramos formulado el teorema de Pitágoras, pues mientras los socialistas procurarían el desarrollo de los catetos, los liberales defenderían los problemas de la hipotenusa.

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