La chica que amaba a Tom Gordon / Stephen King
Tipo de material: TextoIdioma: Español Detalles de publicación: México : Random House Mondadori, 2017Descripción: 238 p. ; 19 x 12 cmISBN: 9786073156233Tema(s): Suspenso - NovelaClasificación CDD: CL K521 Resumen: El mundo tenía dientes y podía morderte en cualquier momento, Trisha McFarland lo descubrió cuando tenía nueve años. A las diez de una mañana de principios de junio estaba sentada en el asiento trasero del Dodge Caravan de su madre, vestida con una sudadera azul de los Red Sox (la que llevaba "36 Gordon" estampado en la espalda), y jugaba con su muñeca. A las diez y media se había perdido en el bosque. A las once intentaba contener su terror, no pensar: esto va en serio, esto va muy en serio. Intentaba no pensar que, en ocasiones, cuando la gente se perdía en el bosque salía gravemente dañada. A veces incluso moría.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Libros | SAUCITO | Colección literatura | CL K521 C532c (Navegar estantería(Abre debajo)) | Ej. 1 | Prestado | 21/05/2024 | SCT013559 |
Libros | SAUCITO | Colección literatura | CL K521 C532c (Navegar estantería(Abre debajo)) | Ej. 2 | Disponible | SCT000690 |
Navegando SAUCITO Estantes, Código de colección: Colección literatura Cerrar el navegador de estanterías (Oculta el navegador de estanterías)
CL K521 B645b 2007 Blaze / | CL K521 C394c Cementerio de animales / | CL K521 C532c La chica que amaba a Tom Gordon / | CL K521 C532c La chica que amaba a Tom Gordon / | CL K521 C585c Dolores Claiborne / | CL K521 C961c Las cuatro después de medianoche / | CL K521 E393e Elevación / |
El mundo tenía dientes y podía morderte en cualquier momento, Trisha McFarland lo descubrió cuando tenía nueve años. A las diez de una mañana de principios de junio estaba sentada en el asiento trasero del Dodge Caravan de su madre, vestida con una sudadera azul de los Red Sox (la que llevaba "36 Gordon" estampado en la espalda), y jugaba con su muñeca. A las diez y media se había perdido en el bosque. A las once intentaba contener su terror, no pensar: esto va en serio, esto va muy en serio. Intentaba no pensar que, en ocasiones, cuando la gente se perdía en el bosque salía gravemente dañada. A veces incluso moría.