Un viejo que leia novelas de amor / Luis Sepúlveda

Por: Sepúlveda, LuisTipo de material: TextoTextoIdioma: Español Series Col. Andanzas ; 180Detalles de publicación: México : Tusquets, 1988Descripción: 137 p. ; 14 x 21 cmISBN: 8472236552Tema(s): NovelaClasificación LoC:PQ8098.29 | S479vResumen: Antonio José Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios shuar (mal llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la selva y sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo como ningún blanco jamás pudo hacerlo. Un bien día decidió leer con pasión las novelas de amor -"del verdadero, del que lleva a sufrir"- que dos veces al año le llevaba el dentista Rubicundo Loachamín para distraer las solitarias noches ecuatoriales de su incipiente vejez. En ellas intenta alejarse un poco de la fanfarrona estupidez de esos codiciosos forasteros que creen dominar la selva porque van armados hasta los dientes pero que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida porque le han matado las crías. Descritas en un lenguaje cristalino, escueto y preciso, las aventuras y las emociones del viejo Bolívar Proaño difícilmente abanderarán nuestra memoria
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Colección General PQ8098.29 S479v (Navegar estantería(Abre debajo)) Ej. 1 Disponible Reimpresión 1993 CCL005329

Antonio José Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios shuar (mal llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la selva y sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo como ningún blanco jamás pudo hacerlo. Un bien día decidió leer con pasión las novelas de amor -"del verdadero, del que lleva a sufrir"- que dos veces al año le llevaba el dentista Rubicundo Loachamín para distraer las solitarias noches ecuatoriales de su incipiente vejez. En ellas intenta alejarse un poco de la fanfarrona estupidez de esos codiciosos forasteros que creen dominar la selva porque van armados hasta los dientes pero que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida porque le han matado las crías. Descritas en un lenguaje cristalino, escueto y preciso, las aventuras y las emociones del viejo Bolívar Proaño difícilmente abanderarán nuestra memoria

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